sábado, 4 de febrero de 2017

Piénsalo bien, chico [...] Antes de conocer a Sir Allister ninguno de los otros había tenido un maestro de armas. Sus padres eran granjeros, carreteros, cazadores furtivos, herreros, mineros, remeros en galeras mercantes... Lo poco que saben de lucha lo aprendieron en los malecones, en los callejones de Antigua y de Lannisport, en burdeles de las afueras y tabernas a lo largo del camino Real. Quizá esgrimieran palos alguna vez antes de llegar aquí, pero te puedo asegurar que, en veinte años, no he visto a ni uno que tuviera suficiente dinero para comprar una espada de verdad —parecía sombrío, torvo. Bueno, ¿qué tal te saben ahora tus victorias, Lord Nieve?

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